martes, 7 de mayo de 2013

¿A qué deberían temer los empresarios en los próximos 30 meses? ¿Y a qué no?


Publicado en la revista de Negocios IEEM - Universidad de Montevideo, abril 2013

Entiendo que los riesgos significativos son tres. Por un lado, el imprevisible desenlace
de la situación argentina. Por otro, la persistencia y eventual profundización
del bajo tipo de cambio real en nuestro país. Y finalmente, la continuidad del
estancamiento de la economía europea.


Argentina plantea claras incertidumbres macroeconómicas, internas y externas,
las que constituyen un factor de inestabilidad para el Uruguay que
los empresarios no pueden menospreciar. Se percibe allí un deterioro en el
plano fiscal con una tasa de inflación que, según los analistas privados, es
mayor que la señalada por las estadísticas oficiales.

Asimismo, los crecientes controles de cambios contribuyen a un
aumento de la fuga de capitales, lo que puede traer consigo dificultades
de balance de pagos, sobre todo si se dieran variaciones
en los precios de la soja. Esta situación es especialmente delicada
si consideramos la progresiva pérdida de credibilidad de Argentina
ante las instituciones financieras internacionales.

Los empresarios uruguayos deben temer a su vez la persistencia e
incluso el descenso de la ya baja tasa de cambio real en nuestro país.
Este pronóstico obedece a varios factores. Por un lado, la similar
tendencia que se da en el Brasil, país al que nos unen más lazos de
los que habitualmente se mencionan.

Por otro lado, las megainversiones extranjeras en nuestro país
significan una entrada de dólares que contribuye a deprimir el tipo
de cambio nominal. Estas inversiones no responden a coyunturas
internas del país. Las eventuales dificultades que puedan enfrentar
por los intentos de modificar el tratamiento fiscal que reciben o la
persistencia de importantes conflictos sindicales no son suficientemente
determinantes, dados los estándares internacionales, para desalentarlas.

Asimismo, las compras de tierras por parte de no residentes continuarán
siendo importantes. Es el único activo en el mundo que da en el largo plazo
un buen rendimiento con bajo riesgo. Es un fenómeno mundial que se
tornará más importante conforme las principales monedas pierdan valor.
Es previsible que a medida que la actividad económica se recupere en Estados
Unidos y en Europa, y retorne la confianza, comenzarán los empujes
inflacionarios originados en las enormes emisiones monetarias en Estados
Unidos y la Unión Europea.



Fo c a l i z a d o

2.
2.
Los riesgos que puedan afrontar las empresas más allá de la

gestión operativa interna ¿son variables que dependen del

gobierno o, por el contrario, son exógenas a la actuación de las au


toridades nacionales?

Al menos en parte depende del Gobierno el monto del gasto público, el déficit
fiscal y los altos salarios en dólares.

Son numerosos los riesgos que no dependen de la acción del Gobierno. En
buena medida la posible baja del tipo de cambio real depende del ingreso de
las inversiones extranjeras directas así como de la compra de tierra por parte
de extranjeros. De igual modo, el bajo tipo de cambio real en Brasil, que incide
en nuestra situación cambiaria, es totalmente independiente de lo que haga
el Gobierno.

Los controles de cambio en Argentina se podrían profundizar haciendo mayor
la brecha cambiaria. Eso, independientemente de lo que se haga en nuestro
país, incidirá de varias formas. Por un lado que continúe el achicamiento del
mercado de muchos bienes de consumo uruguayos, sobre todo en el litoral
oeste, por la introducción de productos similares desde Argentina.

Asimismo, el empeoramiento de la brecha y de los controles en Argentina
traería mayores dificultades para la venta de servicios profesionales o a través
de la web desde Uruguay. Y esto no depende de lo que puedan hacer aquí las
autoridades nacionales.

3.
3.
¿Cuál es el cambio de entorno más significativo que el sector
empresarial puede llegar a enfrentar en los próximos 30 meses?
Menciono un cambio de entorno significativo en el ámbito político y otro en
el ámbito económico.

Desde el punto de vista político la mayor parte de los pronósticos señalan que
el partido actualmente en el gobierno perdería mayoría parlamentaria en el
2014. Podría darse que incluso cambiara el partido en el gobierno. Esto afectaría
sobre todo las expectativas y generaría incertidumbres adicionales durante
un cierto tiempo.

En el ámbito económico el actual enlentecimiento en la tasa de crecimiento
de la economía uruguaya podría llegar pronto a un virtual estancamiento. Un
crecimiento cero del producto interno total significa una fuerte caída en muchos
sectores, concretamente en los de exportación o que dependen directamente
de ellos.

Dadas las inversiones extranjeras previstas es posible mantener una actividad
interna significativa aunque caigan los sectores exportadores.


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