Publicado en El Observador el 18/mayo/2013
Semanas atrás se ha
decidido un férreo control aduanero, llevado adelante en forma conjunta por la
Dirección G. de ADUANAS y por ANCAP, para evitar el consumo interno de
combustible argentino y brasileño, fenómeno cuya ocurrencia y recurrencia es muy factible por el fácil traslado del
mismo en el vehículo que lo utiliza, y sobre todo, por el enorme diferencial de precios. En resumen,
estos hechos ocurren porque los precios son altos en Uruguay y porque es imposible importar combustible desde
cualquier país, vecino o no, ni siquiera pagando un alto arancel. Un claro caso
de monopolio legal.